Aprovecha al máximo chile en polvo coreano con nuestras recetas seleccionadas: sencillas, satisfactorias y llenas de sabor.
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Sambal Goreng, huevo de codorniz y frijoles Panjang es una combinación perfecta de dulce, picante y salado que cautiva el paladar. Las judías verdes frescas se combinan con pequeños huevos de codorniz, servidos en una rica salsa de chile; su aroma es tentador con las especias típicas del archipiélago indonesio. Cada bocado presenta una armonía de texturas: el fresco crujido de las judías, la suavidad y textura de los huevos de codorniz, y capas de sabores cálidos y cautivadores que penetran profundamente. El vibrante color rojo de la salsa de chile es cautivador, prometiendo una tentadora explosión de sabores desde el primer momento. Este plato no es solo una guarnición, es un festín pequeño y cálido, perfecto para alegrar la mesa.
¡Este udon frito picante coreano con panceta ahumada definitivamente debería incluirse en tu próximo menú de udon!
Este pollo al estilo coreano se prepara con trozos de pollo fritos hasta dorarse y bañados en una salsa coreana característica —una combinación de salsa de soja, mirin, ajo, aceite de sésamo, jarabe de maíz, azúcar y hojuelas de chile seco— que le aporta un sabor dulce, salado y ligeramente picante. La textura es tentadora: el pollo queda crujiente por fuera, pero la capa de salsa se mantiene resbaladiza y cremosa. Los aromas del ajo y el aceite de sésamo se combinan a la perfección, mientras que un toque de cebolleta fresca le aporta frescura y un toque de color. Este plato es la combinación perfecta de los intensos sabores coreanos con la familiaridad del pollo frito, perfecto como aperitivo o como un plato principal divertido.
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El chile frito con pescado picado deleitará tu paladar con una armonía de sabores y texturas. El bagre molido se funde con gracia en una crujiente capa de harina de jengibre y luego se desliza sobre la suave masa de chiles verdes, creando un bocado sabroso cubierto de harina dorada. Tras freírse cuidadosamente hasta que el exterior adquiere un tono dorado, el sutil picante de los chiles se funde con el dulzor de las especias del pescado, mientras que las cebolletas aportan un toque fresco a cada bocado. Este plato es más que un simple aperitivo: es una combinación delicada y crujiente, llena de carácter, lista para alegrar la mesa con un sabor adictivo.
Estos huevos balado son realmente divertidos porque se fríen primero para que la piel quede un poco crujiente y luego se rocían con una salsa balado picante y roja, una mezcla fina de chiles, cebollas, chalotes y tomates. El sabor es una combinación de picante, un toque ácido de los tomates y un aroma fragante de hojas de lima o limoncillo, especialmente si se usan hojas de lima o limoncillo en la salsa.
Este abulón frito rápido se combina con cebollino. El abulón es masticable, las cebolletas son refrescantes y el sabor del ajo es ligeramente picante. La clave es controlar el calor para que la elasticidad y la textura crujiente se mantengan al mismo tiempo.
Almejas salteadas con frijoles negros fermentados. El aroma salado de los frijoles negros fermentados impregna lentamente las tiernas y regordetas almejas, mientras que los pimientos y las cebolletas aportan un toque refrescante. La carne de la almeja es suave y tierna, con un sutil toque de frijoles negros fermentados. El sabor es suave y delicado, una delicia para grandes y pequeños. Con arroz, puedes disfrutar fácilmente de medio tazón extra. ¡La versión picante es increíblemente intensa! El aroma de los frijoles negros fermentados se mezcla con el toque de los chiles, y el aroma es abrumador desde el primer momento. Las almejas, bañadas en el caldo de aceite rojo, están tiernas y sabrosas. El picante es tan intenso que te entumece la lengua, pero no puedes evitar picotearlas. Cuanto más comes, más intenso se vuelve. ¡Es una experiencia picante realmente satisfactoria!
Un plato hogareño y sabroso de Hunan, con un color rojo brillante y un aroma picante que abre el apetito. Ideal para compartir en familia. Preparado con cabeza de pescado fresca, al vapor con chile picado, ajo y jengibre, y terminado con cebollino y un chorrito de aceite caliente. El pescado es tierno y sabroso, con ese toque de la cocina de mamá y el calor de una comida familiar. Una delicia para disfrutar juntos.
La textura jugosa y masticable del atún se combina armoniosamente con las cálidas especias típicas del garam masala, la pimienta y un toque de chile, creando una sensación de sabor profunda y tentadora. El aroma es sutil pero intenso, envuelto en fragantes hojas de cilantro y cebolletas que aportan una capa de frescura. Cada rebanada, dorada por fuera y tierna por dentro, se sirve a la perfección con un chorrito de limón fresco que le aporta un toque ácido, convirtiéndola en la opción ideal para un refrigerio especial o una comida ligera y sabrosa.
Los fideos de cacahuete con chile se cubren con una salsa espesa hecha con mantequilla de cacahuete, chile en polvo, salsa de soja, salsa de soja oscura, vinagre de arroz y aceite de ajo y chile, y se espolvorean con ajo picado y cebollín. El proceso es sencillo: se revuelven las especias, se hierven los fideos y se mezclan bien antes de servir, lo que da como resultado un sabor intenso, sabroso y picante.
El pastel de arroz frito está cubierto con queso rallado, que es ligeramente crujiente por fuera y masticable y hojaldrado por dentro. El pastel de arroz tiene un ligero aroma a mantequilla, combinado con el rico sabor salado del queso, lo que le da un gusto rico y sabroso. Cuando se sirve caliente y picante, el queso se derrite y se estira, satisfaciendo tanto la vista como el gusto. Es un refrigerio o guarnición sencilla y curativa.