¿No sabes qué hacer con hojuelas de chile picante coreano? Prueba estas recetas rápidas, saludables y que a todos les encantarán.
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Una sopa caliente adecuada para todas las estaciones. A nuestra familia le encanta beber esta sopa. Mi hijo bebe al menos dos tazones a la vez.
La tortilla de ostras es un aperitivo tradicional muy popular, especialmente en Hong Kong, Chaozhou y Taiwán. El plato destaca ostras frescas combinadas con almidón de batata, huevos y especias, fritas hasta que queden crujientes por fuera y jugosas por dentro. Tiene una textura rica y un alto valor nutritivo, con vitaminas, proteínas, colesterol, aminoácidos esenciales y otros nutrientes. Se suele decorar con cilantro para realzar el aroma y se acompaña con salsa de ajo o salsa agridulce picante para potenciar su sabor.
Las gachas de mero fresco y dulce combinan gachas de arroz suave con tiernos trozos de mero, rebozados en un toque de jengibre tibio, cebolletas y cilantro fresco. La dulzura natural del pescado se combina con el sutil sabor sabroso del aceite de sésamo, creando un plato cálido y reconfortante, aunque requiere aproximadamente una hora de preparación y cocción.
Gochu Muchim son pimientos verdes sazonados que son excelentes como guarnición y complementan perfectamente una barbacoa coreana o un bulgogi con arroz blanco.
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Las alitas de pollo fritas con condimento picante son un delicioso plato de pollo frito indonesio, que combina alitas de pollo fritas crujientes con condimento picante tradicional que se absorbe perfectamente. La combinación de ajo, cúrcuma, jengibre y cilantro crea un aroma fragante y un sabor sabroso distintivo. El proceso de marinado de 30 minutos asegura que las especias penetren en la carne, dando como resultado alitas de pollo tiernas por dentro y crujientes por fuera. Servido caliente, este plato es perfecto para disfrutar con arroz blanco y salsa de chile como complemento.
El pastel de arroz frito está cubierto con queso rallado, que es ligeramente crujiente por fuera y masticable y hojaldrado por dentro. El pastel de arroz tiene un ligero aroma a mantequilla, combinado con el rico sabor salado del queso, lo que le da un gusto rico y sabroso. Cuando se sirve caliente y picante, el queso se derrite y se estira, satisfaciendo tanto la vista como el gusto. Es un refrigerio o guarnición sencilla y curativa.