¿No sabes qué hacer con hojuelas de chile picante coreano? Prueba estas recetas rápidas, saludables y que a todos les encantarán.
El japchae es un plato popular coreano salado y ligeramente dulce de fideos de cristal y verduras salteados.
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¡Esta es una receta fácil y rápida con carne picada sobre una salsa dulce y sabrosa!
¡Este udon frito picante coreano con panceta ahumada definitivamente debería incluirse en tu próximo menú de udon!
Este pollo al estilo coreano se prepara con trozos de pollo fritos hasta dorarse y bañados en una salsa coreana característica —una combinación de salsa de soja, mirin, ajo, aceite de sésamo, jarabe de maíz, azúcar y hojuelas de chile seco— que le aporta un sabor dulce, salado y ligeramente picante. La textura es tentadora: el pollo queda crujiente por fuera, pero la capa de salsa se mantiene resbaladiza y cremosa. Los aromas del ajo y el aceite de sésamo se combinan a la perfección, mientras que un toque de cebolleta fresca le aporta frescura y un toque de color. Este plato es la combinación perfecta de los intensos sabores coreanos con la familiaridad del pollo frito, perfecto como aperitivo o como un plato principal divertido.
Jeyuk Bokkeum es un plato coreano salteado fácil, con gochujang dulce y picante.
Una sopa caliente adecuada para todas las estaciones. A nuestra familia le encanta beber esta sopa. Mi hijo bebe al menos dos tazones a la vez.
La carne es tierna y sabrosa, acompañada de pepinos crujientes, adornada con cacahuetes crujientes, pimientos rojos y cilantro verde, y cubierta con salsa agridulce. Al morderla, su sabor ácido, picante y fresco estalla en la punta de la lengua, refrescando y aliviando la sensación grasosa. Un plato perfecto para las comidas de verano.
Gochu Muchim son pimientos verdes sazonados que son excelentes como guarnición y complementan perfectamente una barbacoa coreana o un bulgogi con arroz blanco.
El pastel de arroz frito está cubierto con queso rallado, que es ligeramente crujiente por fuera y masticable y hojaldrado por dentro. El pastel de arroz tiene un ligero aroma a mantequilla, combinado con el rico sabor salado del queso, lo que le da un gusto rico y sabroso. Cuando se sirve caliente y picante, el queso se derrite y se estira, satisfaciendo tanto la vista como el gusto. Es un refrigerio o guarnición sencilla y curativa.