¿No sabes qué hacer con 1 cucharadita de pimienta, 1 cucharadita de pimienta, 5 gramos de chile picante, 5 gramos de jengibre, 5 gramos de chalota, 1 cucharadita de salsa de ostras, sal al gusto, 1 cucharadita de salsa de soja.? Prueba estas recetas rápidas, saludables y que a todos les encantarán.
El codillo de cerdo estofado es un alimento básico en cualquier hogar de Filipinas y otros países asiáticos. Se suele estofar o asar. Además, es rico en colágeno, beneficioso para la piel y las articulaciones. Bien cocinado, la carne queda tierna, jugosa y sabrosa, con una combinación de dulce, salado y salado. El codillo de cerdo necesita mucho tiempo para ablandarse. Se puede usar una olla a presión para una cocción más rápida, pero yo prefiero la cocción lenta para un sabor más intenso.
1. Cortar la pechuga de res en trozos, llevar a ebullición a fuego alto, agregar jengibre en rodajas, incorporar la pechuga de res y cocinar a fuego lento durante 10 minutos. Escurrir y enjuagar para su uso posterior. 2. Pelar y cortar el rábano en trozos. Dejar de lado. 3. Calentar el aceite en una sartén, sofreír el jengibre en rodajas, las cebolletas, el ajo, el anís estrellado, las hojas de laurel, añadir la carne picada, sofreír hasta que esté fragante. 4. Agregue el rábano blanco, la salsa de ostras, un poco de azúcar y salsa de soja, revuelva bien, agregue suficiente agua y deje hervir. 5. Reducir el fuego, tapar y cocinar a fuego lento durante 20 minutos, hasta que la salsa se haya reducido. Apaga el fuego y hornea durante 15 minutos. Luego, vuelve a cocinar a fuego lento durante 20 minutos, apaga el fuego y vuelve a cocinar a fuego lento durante 15 minutos.
El pollo queda tierno y suave, y cada bocado está impregnado del aroma único a coco del ginseng. Los dos deliciosos sabores se entrelazan y se deleitarán en cuanto se sirvan. El método es súper sencillo y no requiere grandes habilidades culinarias. Primero, marina el pollo, luego coloca el ginseng remojado y el pollo en la olla arrocera, presiona el interruptor y espera. No hay que estar pendiente de la cocción, es fácil de preparar; incluso un novato en la cocina puede servir platos deliciosos sin problemas.
La lubina agridulce tiene un color rojo brillante y se sirve con una salsa agridulce ámbar. Ya sea para recibir invitados o para una cena familiar, este plato realza el banquete al instante y es, sin duda, el plato estrella. Demuestra el cuidado culinario y la sinceridad de la hospitalidad. Siga las siguientes 4 técnicas clave para crear platos deliciosos con una apariencia y un sabor excelentes: 1. Selección del almidón: El almidón de patata se utiliza para freír el rebozado. Sus características permiten que el cuerpo del pescado forme una cáscara fina y crujiente, aportando al plato una experiencia de sabor exquisita. 2. Desodorización: El olor a pescado debe eliminarse eficazmente para garantizar un sabor puro y dulce. 3. Selección de ingredientes: Se recomienda elegir lubina con pocas espinas, carne gruesa y firme, lo que no solo garantiza la comodidad y el placer de comer, sino que también facilita la preparación de los platos. Por supuesto, también puede elegir otras especies de pescado adecuadas según sus preferencias personales. 4. Mezcla de salsa agridulce: Al preparar la salsa agridulce, trate de seguir la proporción de la fórmula.
Sabor a bosque: El helecho proviene del bosque y el tocino tiene un aroma ahumado. Este nombre resume el sabor único del plato con el aroma del bosque.
El color blanco del tofu blanco, el marrón de los huevos en conserva y el dorado de la soja cocida se complementan, creando un marcado contraste. Al añadir el color de la salsa y el toque final de condimentos como cebollín picado y pimiento rojo, el plato adquiere un aspecto atractivo, elegante y generoso, lo que puede abrir el apetito.
La cabeza de salmón, de atractivo color, se asa hasta quedar dorada y crujiente, con los bordes ligeramente curvados. La alta temperatura expulsa el aceite del pescado, dejando atractivas líneas ámbar en la piel, crujiente por fuera y tierna y jugosa por dentro. El ácido fresco del jugo de limón penetra al instante en la carne del pescado, neutralizando la grasa y despertando el paladar. Al sumergir un poco de sal de sésamo, las partículas saladas y fragantes estallan en la punta de la lengua. Acompañado de un poco de vino y una copa con los compañeros, resulta reconfortante y satisfactorio. Ver a los compañeros entrecerrar los ojos y elogiar la "ebriedad y la ausencia de sueños" en ese momento, no hace falta decir palabras bonitas; la felicidad en los fuegos artificiales se desborda silenciosamente, y la comida y la compañía son la imagen más reconfortante de la vida.
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Este muslo de pollo crujiente al ajillo y frito es un clásico en la mesa de mi familia, ¡y su rotación es altísima! La piel dorada y crujiente está envuelta en una carne tan tierna que rebosa de jugo, y el aroma a ajo penetra lentamente en la nariz. Cada vez que se sirve, el aroma atrapa a la gente; al morderlo, la piel crujiente se chasquea y el aroma a carne y ajo explota en la boca. ¿A quién no le encantaría esto para los amantes de la carne? Es un plato delicioso y uno de los favoritos.
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