En todo el postre, la sencillez del ñame es el color base, el rojo de la pitaya es el vibrante bloque de color, y la redondez de las uvas es el elegante toque final. Sabe a la cálida base del ñame, la frescura de la pitaya y la acidez y dulzura de las uvas. Las capas son como una suave melodía que se extiende lentamente en la punta de la lengua.