El camarón mantis frito de Bifengtang tiene un sabor rico y variado, que se refleja principalmente en los siguientes aspectos: • Caparazón crujiente: Tras freírlo y saltearlo, el caparazón del camarón mantis queda dorado y crujiente. Se puede oír un crujido al morderlo suavemente, como si se estuviera tocando una sinfonía de comida en la boca. La textura crujiente del caparazón no solo le da un toque especial, sino que también le da un sabor único a todo el plato. Esta combinación de crujiente por fuera y tierno por dentro hace que sea imposible parar.