El huevo dorado, brillante y fragante se envuelve en una rica salsa y se saltea con tierna panceta de cerdo cortada en dados. El aroma del huevo envuelve la suavidad de la carne, y el ligero aroma a quemado hace que se te haga agua la boca. Cada bocado tiene la suavidad del huevo y la textura masticable de la carne, salada, fresca y ligeramente picante, perfecta para acompañar arroz.