Prueba algo nuevo con Una cucharadita de salsa de ostras.: recetas fáciles con ingredientes que ya tienes en casa.
Corte las patas de cerdo en trozos y blanquéelas para eliminar la espuma. Remoje las habas de soja con antelación. Caliente el aceite y saltee las rodajas de jengibre. Añada las patas de cerdo y saltee hasta que estén ligeramente amarillas. Añada salsa de soja clara y salsa de soja oscura para sazonar. Añada agua caliente para cubrir los ingredientes. Lleve a ebullición a fuego alto y luego cocine a fuego lento. Cuando las patas de cerdo estén blandas y podridas, añada las habas de soja y continúe cocinando hasta que su aroma se desborde y la sopa espese. Espolvoree con cebollino picado antes de servir. Las suaves y pegajosas patas de cerdo quedan envueltas en la salsa, y las habas de soja absorben la salsa. ¡Una experiencia deliciosa en un solo bocado!
Las costillas de cerdo al vapor con tofu son un plato con una combinación nutricional relativamente equilibrada. Sus beneficios se reflejan principalmente en los siguientes aspectos: • Rico en nutrientes: El tofu es rico en proteínas vegetales de alta calidad, calcio, hierro y otros nutrientes; las costillas de cerdo aportan proteína animal, grasas, vitaminas y minerales. La combinación de ambos puede complementar diversos nutrientes esenciales para el cuerpo humano. • Fácil de digerir: Cocinar al vapor es un método de cocción relativamente suave. El tofu y las costillas de cerdo quedan blandos y se pudren después de cocinarlos. Son adecuados para personas de todas las edades, especialmente para aquellas con problemas digestivos. • Suplemento de calcio: Tanto el tofu como las costillas de cerdo contienen cierta cantidad de calcio. El calcio es muy importante para la salud de los huesos y los dientes. Su consumo regular ayuda a prevenir la osteoporosis y a fortalecer el organismo.
El huevo dorado, brillante y fragante se envuelve en una rica salsa y se saltea con tierna panceta de cerdo cortada en dados. El aroma del huevo envuelve la suavidad de la carne, y el ligero aroma a quemado hace que se te haga agua la boca. Cada bocado tiene la suavidad del huevo y la textura masticable de la carne, salada, fresca y ligeramente picante, perfecta para acompañar arroz.
Se pone aceite caliente en la sartén y se fríen los riñones a fuego alto. Tienen el punto justo de aroma ahumado, con un borde ligeramente quemado y una textura elástica en el interior. El olor a pescado se disipa gracias a la sazón fina. Los camarones frescos a su lado son aún más atractivos, con cáscaras crujientes que se pueden masticar directamente y una carne firme y dulce que ha absorbido la sopa de los riñones. Cada bocado es tan fresco que te hace saltar las cejas. El aroma de la fusión de ambos elementos en la olla te llega directo a la nariz. La riqueza de los riñones y la frescura de los camarones se entrelazan, y con cebolletas o pimientos rojos para realzar el sabor, tiene una pinta tan buena que no puedes parar de comer con los palillos.
Las bolas de tofu fritas tienen un color amarillo dorado al salir de la sartén, con una piel crujiente. Al abrirlas, el interior es suave y masticable, con el aroma de las habichuelas mezclado con el de los condimentos. Cómelas calientes, un bocado a la vez, es muy satisfactorio.
El plato de "tres tiras crujientes y tiernas" evoca una sensación refrescante con solo oír su nombre. La raíz de loto se corta en trozos finos y uniformes, con una textura crujiente y dulce natural, y se vuelve aún más blanca después de blanquearla; el rábano rallado está lleno de jugosidad y cruje al morderlo, con un regusto ligeramente picante y dulce; el pimiento verde rallado es de un verde brillante, crujiente y tierno, con un sabor claro y picante que neutraliza el dulzor de los dos primeros. Tras saltearlos rápidamente en aceite caliente, los tres tipos de tiras se envuelven en una ligera fragancia a aceite, que no compite con el sabor de los demás, sino que realza su frescura. La textura crujiente de la raíz de loto, del rábano y del pimiento verde se combina en el paladar, con un sabor salado y ligero, y la frescura de las propias verduras. Ya sea servido con arroz o comido solo, desprende una sensación refrescante y apetitosa.
Pimientos rojos verdes desmenuzados salteados. Corte ajos tiernos y frescos en tiras verdes y saltéelos con pimientos rojos encurtidos, lo que realza el aroma a quemado de la carne de cerdo desmenuzada. Los ajos son crujientes y ligeramente picantes, y los pimientos encurtidos aportan color y aroma. El salteado casero esconde la frescura de los fuegos artificiales, y podrá saborear el calor y la frescura de un día normal en un solo bocado.