Recetas económicas con 70 g de cacahuetes – Ahorra dinero y come bien

Cocinar con 70 g de cacahuetes no tiene que ser caro. Prueba estas recetas económicas, sabrosas y abundantes.

Recetas con 70 g de cacahuetes

Image
Tarta de queso ligera

Este pastel tiene una textura sedosa, como una nube, cuando se come a temperatura ambiente. Un sorbo se derrite en la boca y el aroma a queso te llena la nariz. Es dulce pero no empalagoso, ¡absolutamente delicioso! ¡Congelarlo es aún más increíble! Al sacarlo del congelador, tiene una textura como la del helado de queso: denso y ligeramente helado, el sabor a queso es aún más intenso y el dulzor no es abrumador. En verano, un trozo es fresco y fragante, y la sensación refrescante se extiende de la boca al corazón. Es incluso más satisfactorio que un postre de marca. ¡Es una verdadera bomba de felicidad congelada! Este pastel me lo ha pedido innumerables veces la Bestia Divina. Aunque es realmente delicioso, es un poco engorroso de hacer. Definitivamente, me ayudó a superar mi procrastinación. Cuando el pastel estuvo sobre la mesa, los ojos de la Bestia Divina se iluminaron, y murmuré para mí: «La próxima vez... la próxima vez, definitivamente no lo pospondré». (Claro, si realmente puedo hacerlo es otra cuestión).

Image
rollos de brocado de nueces, sésamo y cacahuete (paquetes)

El relleno combina el rico y suave aroma del sésamo negro en polvo, el crujiente grano de cacahuetes y nueces, y la suave dulzura de la leche en polvo. Los sabores se entrelazan, ofreciendo en cada bocado un crujiente sabor a nuez y la riqueza del sésamo, un sabor dulce pero no empalagoso. La masa también está infusionada con sésamo negro en polvo. Tras la cocción al vapor, el aroma a trigo impregna el aire, mezclándose con el aroma a sésamo tostado. La suave masa envuelve el generoso relleno. Un bocado presenta un exterior suave y un interior fragante. La riqueza del sésamo, el crujido de las nueces y el aroma a leche crean una reconfortante mezcla que se percibe en el olfato y el gusto. Es una fusión perfecta de repostería tradicional y sabores a nueces, increíblemente deliciosa. Para cuando me di cuenta, ya tenía el estómago hinchado. Ver la báscula me hizo reflexionar al instante, pero luego pensé: ¡cambiar tres bocadillos dulces y suaves de sésamo y nueces por una comida contundente es una auténtica ganga! Al fin y al cabo, la masa es tan masticable y el relleno tan sabroso que sería una pena no comer lo suficiente.