¿No sabes qué hacer con 750 g de pechuga de res? Prueba estas recetas rápidas, saludables y que a todos les encantarán.
Las manitas de cerdo estofadas con ciruelas confitadas son un clásico cantonés que te hace agua la boca con solo mirarlas. Las manitas de cerdo se guisan hasta que están increíblemente tiernas y se desprenden del hueso con facilidad, con una piel ligeramente masticable que rebosa de jugo al morderlas. El sabor agridulce de las ciruelas confitadas equilibra a la perfección la riqueza de la carne. Cada pieza está cubierta de una salsa espesa, sabrosa y con un regusto refrescante, que la hace nada grasosa. ¡Querrás chupar hasta el último trocito del hueso! Es perfecta con arroz o como aperitivo. Mi familia siempre se pelea por ella; es una auténtica máquina de comer arroz, ¡y después querrás lamer la salsa de tus palillos!
El aroma fresco de las flores de cordyceps y el dulce aroma de los dátiles rojos persisten, y el pollo está empapado en la sopa y está tierno y deshuesado. Es suave y delicado en la boca, la dulzura de los dátiles rojos impregna la textura, las flores de cordyceps son crujientes y refrescantes, y la sopa se suma al sabor cuando se mezcla con arroz. Rico en aminoácidos, hierro y diversos oligoelementos, repone el organismo y nutre la sangre. Es un plato clásico al vapor que es a la vez nutritivo y delicioso. Puedo terminar dos tazones de sopa con el arroz. Otras personas ahorran el dinero que ganan en sus tarjetas bancarias, pero yo ahorro mi dinero en calorías😂.
¡La salsa Chu Hou, la falda de res y las papas son la combinación perfecta para los amantes del arroz! Las papas son rústicas y sencillas, pero se convierten en una salsa exquisita al cubrirlas con salsa Chu Hou. La falda de res es aún más deliciosa, ya que se cuece hasta quedar tierna y sabrosa. Los trabajadores pueden disfrutar de un tazón de esto al salir del trabajo y les repondrá la energía al instante. Es un acompañamiento ideal para los amantes del arroz.