Aprovecha al máximo semillas de cilantro y 3 nueces de canela. con nuestras recetas seleccionadas: sencillas, satisfactorias y llenas de sabor.
A medida que el fuego se eleva, el riñón frito con cubos de rábano agrio es como una cálida pintura de sabor. Los cubos de rábano agrio, cortados en dados pequeños, son dorados y translúcidos, y se saltean en aceite caliente para obtener un sabor ácido y refrescante. Cada pieza es carnosa y crujiente, y el jugo rebosa al morderla. El riñón se corta en finas espigas de trigo y se fríe a alta temperatura para enrollarse en una exquisita forma de flor. La superficie está ligeramente quemada y brillante, y el interior es fresco y masticable, con la textura perfecta. Se mezclan chiles rojos y verdes y cebolletas, y el sabor picante y ácido se entrelaza, penetrando directamente en la nariz. Con una sola cucharada, la acidez, el picante, la frescura y la fragancia explotan en la punta de la lengua, y el sabor crujiente y tierno se alterna. El rico sabor casero hace que uno no pueda evitar comer dos tazones de arroz.
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