Cocinar con 80 g de zanahorias no tiene que ser caro. Prueba estas recetas económicas, sabrosas y abundantes.
Después de probar un bocado de gelatina de leche de coco con un intenso aroma a coco en Sabah, ¡me convertí en un mago de la cocina y logré recrear con éxito esta exquisitez! Comparto dos recetas deliciosas: una versión ligera y la versión rica original (con un suave aroma a leche). La versión rica lleva crema batida y leche de coco, y el aroma a leche es tan intenso que te hará sentir como si estuvieras comiendo nubes. Es una delicia al tomar una cucharada. Sin embargo, la versión rica tiene un contenido calórico ligeramente superior. Es ideal para saciar tus antojos ocasionalmente. Si quieres comerla a menudo, la versión ligera es la opción ideal sin sentirte pesado. Sigue mis pasos: abre el coco con cuidado y la gelatina quedará suave, ¡y podrás disfrutar fácilmente de la misma dulzura!
El plato de "tres tiras crujientes y tiernas" evoca una sensación refrescante con solo oír su nombre. La raíz de loto se corta en trozos finos y uniformes, con una textura crujiente y dulce natural, y se vuelve aún más blanca después de blanquearla; el rábano rallado está lleno de jugosidad y cruje al morderlo, con un regusto ligeramente picante y dulce; el pimiento verde rallado es de un verde brillante, crujiente y tierno, con un sabor claro y picante que neutraliza el dulzor de los dos primeros. Tras saltearlos rápidamente en aceite caliente, los tres tipos de tiras se envuelven en una ligera fragancia a aceite, que no compite con el sabor de los demás, sino que realza su frescura. La textura crujiente de la raíz de loto, del rábano y del pimiento verde se combina en el paladar, con un sabor salado y ligero, y la frescura de las propias verduras. Ya sea servido con arroz o comido solo, desprende una sensación refrescante y apetitosa.